En vez de buscar una imagen de Durero para Grabado, avanzar en Color, Dibujo o Escultura me encuentro frente a la pantalla pegada a mi nuevo vicio, StumbleUpon.com, una página en la que pones tu intereses y te aparecen páginas random de acuerdo con esos intereses.
La cosa es que "stumbleando" sin mucho interés me apareció un video de Ukraine's Got Talent que parte con una mina con pinta de monja prendiendo una vela con música... ¿sentimental? (no se me ocurre otra palabra) de fondo. "Debe ser el típico video donde canta una cancion sorprendentemente chula con vos dulzona y mucho falsete", pensé, pero justo cuando tenía el mouse sobre el botón de "stumble", para cambier de página decidí darle una oportunidad, si después de todo, las páginas que aparecen son escogidas bajo el criterio de las cosas que me gustan. Y agradezco haberlo reconsiderado, ya que me encontré con esto:
Me gustó. Mucho. Me gustó el hecho de volver el dibujar con arena algo tan simple, que todos hemos hecho alguna vez, algo tan delicado, tan bonito, tan especial.
Sólo eso.
miércoles, 26 de mayo de 2010
viernes, 14 de mayo de 2010
Numerología
Como, para variar, no tengo nada interesante sobre qué escribir hoy, escribiré sobre una pequeña experiencia anecdótica que tuve en la mañana.
Después de darme la centésima vuelta en la cama, me armé de valor, me levanté y partí caminando por Lyon hacia Providencia, para someterme a una de las peores torturas a las que nos sometemos las mujeres mensualmente (unas más, algunas menos, otras nunca): la de-pi-la-ción. No, este no es el tema principal de la historia así que no voy a dar detalles sobre esa media hora indigna y tortuosa.
En fin, la cosa es que la depiladora -Nancy-, es bien esotérica, y entre tironeo y tironeo le conté que estudio arte, lo que derivó en revelaciones que nunca imaginé.
-¿Tú eres géminis cierto?- me preguntó acertadamente,- Sí, los géminis son muy artistas, como todos los signos de aire. ¿En qué año me dijiste que naciste? Ah, el ’91, eres Cabra. Sí, las cabras son muy artistas. ¿Cuándo estás de cumpleaños exactamente? El 16 de Junio*…
Entonces comenzó a susurrar números y cálculos como “uno y seis, siete … uno y nueve diez, mas nueve y uno veinte…”, y concluyó lo siguiente:
Nuevamente, soy artista.
Me gusta y soy buena para escribir.
Prefiero sacrificarme con tal de evitar problemas o situaciones incómodas. Justo ayer teníamos problemas para armar un grupo de 5 por que éramos 7, así que preferí irme yo a otro grupo por que odio la incomodidad de tener que excluir a alguien.
Mi “talón de Aquiles” es llevarme mal con uno de mis padres…
Soy diablo, lo que quiere decir que:
Si pienso las cosas me salen bien, pero si actúo impulsivamente dejo “la grande”.
Cuando me enojo, quedo picada mucho rato.
Me gusta ser independiente.
Soy contreras y odio que me impongan las cosas. Justo ayer salí a correr siendo mi mayor motivación demostrarle a Benja que sí soy capaz de salir después de que dijo “con esa actitud no vas a hacerlo nunca.”
Y otras cosas que ya no me acuerdo…
A los que me conocen, ¿les suena?
En general soy más bien escéptica, y cuándo comenzó con lo de géminis confieso que me acorde de ”Yes - it tells us that you participate in the mass cultural delusion that the sun's apparent position relative to arbitrarily defined constellations at the time of your birth somehow affects your personality.“ (Sheldon Cooper), pero a medida que me iba diciendo estas cosas me iban sonando cada vez más certeras y me iba acordando de situaciones puntuales en que se manifestaban estas características. ¿Sugestión? Quizás. Pero me gustó creerlo, aunque también me dio nervios pensar que mi personalidad esté definida por estrellas, números y la posición de la tierra.
La verdad es que no sé si creo o no creo en la numerología y esas patrañas, pero me gusta mantener mi mente abierta, no alejar esas “energías” de las que tanto se habla por que, si llegasen a existir, no estaría mal tenerlas de mi lado (como la gente que le reza a Dios por si acaso), siempre con la esperanza de que se hagan presentes mediante a algún fenómeno paranormal como poder mover cosas con la mente como Matilda, o que al invocarlas me gane el Kino.
Sí, aunque no lo crean, esta es mi entrada de hoy.
*vayan pensando en el regalo.
Después de darme la centésima vuelta en la cama, me armé de valor, me levanté y partí caminando por Lyon hacia Providencia, para someterme a una de las peores torturas a las que nos sometemos las mujeres mensualmente (unas más, algunas menos, otras nunca): la de-pi-la-ción. No, este no es el tema principal de la historia así que no voy a dar detalles sobre esa media hora indigna y tortuosa.
En fin, la cosa es que la depiladora -Nancy-, es bien esotérica, y entre tironeo y tironeo le conté que estudio arte, lo que derivó en revelaciones que nunca imaginé.
-¿Tú eres géminis cierto?- me preguntó acertadamente,- Sí, los géminis son muy artistas, como todos los signos de aire. ¿En qué año me dijiste que naciste? Ah, el ’91, eres Cabra. Sí, las cabras son muy artistas. ¿Cuándo estás de cumpleaños exactamente? El 16 de Junio*…
Entonces comenzó a susurrar números y cálculos como “uno y seis, siete … uno y nueve diez, mas nueve y uno veinte…”, y concluyó lo siguiente:
Nuevamente, soy artista.
Me gusta y soy buena para escribir.
Prefiero sacrificarme con tal de evitar problemas o situaciones incómodas. Justo ayer teníamos problemas para armar un grupo de 5 por que éramos 7, así que preferí irme yo a otro grupo por que odio la incomodidad de tener que excluir a alguien.
Mi “talón de Aquiles” es llevarme mal con uno de mis padres…
Soy diablo, lo que quiere decir que:
Si pienso las cosas me salen bien, pero si actúo impulsivamente dejo “la grande”.
Cuando me enojo, quedo picada mucho rato.
Me gusta ser independiente.
Soy contreras y odio que me impongan las cosas. Justo ayer salí a correr siendo mi mayor motivación demostrarle a Benja que sí soy capaz de salir después de que dijo “con esa actitud no vas a hacerlo nunca.”
Y otras cosas que ya no me acuerdo…
A los que me conocen, ¿les suena?
En general soy más bien escéptica, y cuándo comenzó con lo de géminis confieso que me acorde de ”Yes - it tells us that you participate in the mass cultural delusion that the sun's apparent position relative to arbitrarily defined constellations at the time of your birth somehow affects your personality.“ (Sheldon Cooper), pero a medida que me iba diciendo estas cosas me iban sonando cada vez más certeras y me iba acordando de situaciones puntuales en que se manifestaban estas características. ¿Sugestión? Quizás. Pero me gustó creerlo, aunque también me dio nervios pensar que mi personalidad esté definida por estrellas, números y la posición de la tierra.
La verdad es que no sé si creo o no creo en la numerología y esas patrañas, pero me gusta mantener mi mente abierta, no alejar esas “energías” de las que tanto se habla por que, si llegasen a existir, no estaría mal tenerlas de mi lado (como la gente que le reza a Dios por si acaso), siempre con la esperanza de que se hagan presentes mediante a algún fenómeno paranormal como poder mover cosas con la mente como Matilda, o que al invocarlas me gane el Kino.
Sí, aunque no lo crean, esta es mi entrada de hoy.
*vayan pensando en el regalo.
sábado, 8 de mayo de 2010
Grabado de Rembrandt
Esto es parte del proceso de mi trabajo de grabado. La idea era copiar a un autor, para después hacer una cita de éste con un trabajo personal, usando como matriz distintos materiales con distintas texturas. En mi caso, usé Goma Eva, paño de cocina, esponja y gasa. Escogí a Rembrandt por que simplemente es uno de mis artistas favoritos.
Aquí les dejo mis copias, que aunque no quedaron tan parecidas me gustan, y creo que la idea principal, la expresión del autoretrato está. No pongo my trabajo personal por que quedo como el...
No, no estoy muy elcuente hoy...
Ésta es la copia en lápices acuarelables que hice primero.
El grabado.
Aquí les dejo mis copias, que aunque no quedaron tan parecidas me gustan, y creo que la idea principal, la expresión del autoretrato está. No pongo my trabajo personal por que quedo como el...
No, no estoy muy elcuente hoy...
Ésta es la copia en lápices acuarelables que hice primero.
El grabado.
lunes, 26 de abril de 2010
Santiago en 100 palabras
Estoy cansada, floja, y sin creatividad.
Por eso, en vez de escribir, les copio los cuentos de "Santiago en 100 palabras" que más me gustaron de la selección 2007-2008. No puse ninguno de los tres primeros por que ya se les ha dado suficiente crédito, y por que personalmente no los encuentro los mejores (sin ánimo de ofender a nadie).
Mi increíble papá
Premio del público 2007
Vivo con mi papá en un pequeño departamento de Portugal con Avenida Matta. Trabaja todo el día y llega tarde a casa. Siempre anda con ojeras, pero sonríe cada vez que me ve. Me mete a la cama y se queda a mi lado contándome cuentos hasta que me duermo.
Una noche fingí dormir y me levanté para ver qué hacía. Lo descubrí poniéndose su traje especial. Una peluca y maquillaje protegían su identidad secreta y en una cartera llevaba sus aparatos y artefactos. Así, enfundado en mallas, salía todas las noches. Mi papá es un superhéroe.
Diego Guzmán, 21 años, Providencia
Nadie te preguntó
Mención honrosa 2007
“¿Sabías que el oso polar no es blanco? Es negro. No lo sabías, ¿cierto? Claro que no lo sabías”, me dijo un pequeño en el zoológico, burlesco, irritante, luciendo despectivo la insignia del grandioso colegio con el que su padre siempre soñó. Lo seguí hasta el foso del león. “¿Sabías que los leones comen niños?”. “Mentira,
viejo ignorante”, respondió, mientras yo montaba su pequeña humanidad sobre mis hombros, arrojándolo a las fauces del animal e intentando esclarecer el dilema. “¡Éste es un caso excepcional!”, gritó el niño, siempre pedante, justo antes de que el animal alcanzara su frágil cuello.
Eduardo Ávila, 25 años, Coquimbo
Una rusa (confesión a una amiga en La Piojera)
A riesgo de parecerte impertinente, debo decir que cuando mis ojos bajan de los tuyos ignorando tu boca y cuello para luego estacionarse, me dan unas ganas locas de pasear por la tundra, tomar Vodka, visitar el Kremlin, bailar cosaco, derrocar al Zar, morir por la revolución Bolchevique y brindar con otro terremoto por el camarada Lenin.
Álex Bizama, 27 años, Lo Espejo
Intimidad pasajera
Premio del público 2008
Se llama Juana Catrilqueo Peña. Nació hace 63 años en Mantilhue, una localidad rural ubicada a 70 kms de Osorno. A los 15 se vino a Santiago a trabajar como nana. Tuvo un hijo que murió atropellado en la Alameda el año 86. Desde entonces vive sola en
una pieza que arrienda en Quilicura. Es callada, sigilosa y muchas veces pasa desapercibida. Viaja en micro todos los días a la casa de sus patrones y aprovechándose del tumulto y los apretones de una intimidad obligada, acurruca su cabeza en el hombro de otro pasajero sin que nadie se dé cuenta.
Gonzalo Andrade, 26 años, La Florida
Cajonero a tus cajones
Solía cargar cajones en la Vega Central. Toda mi vida lo hice. Los cargaba con lo que viniesen: tomates, papas, uno que otro paquete sospechoso y más de algún perro encaramado entre los restos de vísceras que sacaba de la carnicería. Todos los días lo hacía, cada estación del año. ¡Qué verano aquél en el que me sentí como un rey transportado en una litera a través de la calurosa Sabana! Porque así es la Vega: una gran selva. Ese día, el bochornoso clima me agotó. Reposé en un cajón y me quedé infinitamente dormido. Luego me cargaron a mí.
Marcela Villagrán, 25 años, El Bosque
Cosas de la fortuna
Mención honrosa 2008
Plaza Brasil: vamos a comer a Los Chinos Pobres. Sobre la mesa hay galletas de la fortuna. Abro una y mi fortuna dice: “Ayúdenme, estoy atrapado y soy esclavo en una fábrica de galletas”.
Carolina Valenzuela, 33 años, La Florida
domingo, 18 de abril de 2010
Se exprime el cerebro
Se sienta frente a la pantalla que le quema los ojos. Abre el Word y mira la página en blanco, que la observa de vuelta con actitud desafiante. “A ver qué tonteras escribirás hoy. Te estoy esperando. ¿A ver, a ver?”, y para sólo hacerla callar, y para hacer algo, se dedica a cambiar el formato. Pone interlineado 1,5 para que sea más fácil releer lo que escribirá, alineación “justificar”, y letra Century Gothic de 12 puntos. Esa letra le recuerda a la Vicky, y al haber casualmente una carta de cumpleaños de ella en el lado izquierdo del escritorio nota como la tipografía se parece mucho a su caligrafía. Una letra redonda y grande: fácil de leer. Usaban esa letra para escribir ensayos con la Sofi y la Vale para interescolares, mientras comían cukys de frambuesa frente a otra página en blanco –de similar actitud a la que se enfrenta ahora-, dejando el teclado lleno de migas. Recuerda cómo le gustaba ir al Líder de Pedro de Valdivia con Bilbao al lado del ex departamento de la Vicky, y comprar pan (para ratonear), galletas (que abrían antes de pasar por la caja), o pie de limón (que se comían entre las dos), y siente nostalgia por su amiga que se fue.
Se reta a sí misma por divagar tanto y se recuerda que tiene que escribir sobre algo. ¿qué? No sabe. Últimamente no sabe nada. No sabe lo que le gusta, no sabe lo que quiere, no sabe qué hacer en general. Se siente vacía, siente que pierde demasiado tiempo en Facebook, y piensa una vez más en eliminar su cuenta para después recordar su practicidad y –aunque no lo quiera admitir-, su adicción por esa página que le da acceso al morbo de observar a la gente sin que ellos lo sepan. Alguien le habla por el chat y la desvía de su objetivo, por lo que decide que lo mejor, aunque le duela, es cerrarlo. Ahora son la página, el silencio (no se puede concentrar con música) y ella. Le empiezan a picar los ojos de tanto mirar a la pantalla, así que desvía la mirada por unos minutos y así piensa sobre qué escribir. Considera poner los cuentos que hace no mucho escribió para Santiago en 100 palabras, pero le deprime el hecho de pensar que de los cinco cuentos no calificó ni uno, y le da vergüenza publicar cinco fracasos. Le tiene terror al fracaso. Le tiene terror a cualquier cosa que pudiera afectar su delicado ego, y prefiere no pensar sobre eso…
Vuelve a ese típico hábito suyo de golpear suave y aleatoriamente las teclas como si estuviese embalada escribiendo, y se ríe un poco de sí misma por aparentar escribir frente a nadie. Está sola en su pieza.
Se pregunta dónde quedó su creatividad: antes le gustaba escribir, inventaba mundos y personajes fantásticos que después de releer desechaba. Ahora no hay nada que desechar. Su imaginación se fue –en palabras educadas- a las pailas. Lo mismo con dibujar, pero prefiere no pensar en eso por que le angustia acordarse de que está en una crisis de creatividad justo mientras estudia arte. Mierda. Y la educación también se fue a la mierda.
Le empieza a bajar el sueño, los ojos le pesan y la cama calentita (hace frío) la seduce desde el otro lado de la pieza. Admite que hoy no será el día para encontrar una idea brillante en su añejo cerebro, así que escribe sobre que no escribe y lo sube a su blog, con cierto remordimiento por confirmar esa ególatra manía de escribir mayoritariamente sobre sí misma.
Y dice una vez más entre suspiros esa mediocre pero sobrecogedora frase que en momentos de fracaso le recuerda que “peor es nada.”
Se reta a sí misma por divagar tanto y se recuerda que tiene que escribir sobre algo. ¿qué? No sabe. Últimamente no sabe nada. No sabe lo que le gusta, no sabe lo que quiere, no sabe qué hacer en general. Se siente vacía, siente que pierde demasiado tiempo en Facebook, y piensa una vez más en eliminar su cuenta para después recordar su practicidad y –aunque no lo quiera admitir-, su adicción por esa página que le da acceso al morbo de observar a la gente sin que ellos lo sepan. Alguien le habla por el chat y la desvía de su objetivo, por lo que decide que lo mejor, aunque le duela, es cerrarlo. Ahora son la página, el silencio (no se puede concentrar con música) y ella. Le empiezan a picar los ojos de tanto mirar a la pantalla, así que desvía la mirada por unos minutos y así piensa sobre qué escribir. Considera poner los cuentos que hace no mucho escribió para Santiago en 100 palabras, pero le deprime el hecho de pensar que de los cinco cuentos no calificó ni uno, y le da vergüenza publicar cinco fracasos. Le tiene terror al fracaso. Le tiene terror a cualquier cosa que pudiera afectar su delicado ego, y prefiere no pensar sobre eso…
Vuelve a ese típico hábito suyo de golpear suave y aleatoriamente las teclas como si estuviese embalada escribiendo, y se ríe un poco de sí misma por aparentar escribir frente a nadie. Está sola en su pieza.
Se pregunta dónde quedó su creatividad: antes le gustaba escribir, inventaba mundos y personajes fantásticos que después de releer desechaba. Ahora no hay nada que desechar. Su imaginación se fue –en palabras educadas- a las pailas. Lo mismo con dibujar, pero prefiere no pensar en eso por que le angustia acordarse de que está en una crisis de creatividad justo mientras estudia arte. Mierda. Y la educación también se fue a la mierda.
Le empieza a bajar el sueño, los ojos le pesan y la cama calentita (hace frío) la seduce desde el otro lado de la pieza. Admite que hoy no será el día para encontrar una idea brillante en su añejo cerebro, así que escribe sobre que no escribe y lo sube a su blog, con cierto remordimiento por confirmar esa ególatra manía de escribir mayoritariamente sobre sí misma.
Y dice una vez más entre suspiros esa mediocre pero sobrecogedora frase que en momentos de fracaso le recuerda que “peor es nada.”
jueves, 15 de abril de 2010
Cosas Insignificantes Que Me Gustan.
A mis queridísimos fans que SÍ existen y que SÍ notaron mi ausencia:
Me disculpo por dicha ausencia. Tuve lo que se llama una dura semana, que incluyó intento de escultura, frustración por fracaso de escultura, y escultura nueva, además de un ensayo que habla sobre mi intento de escultura, frustración por fracaso de escultura, y escultura nueva. Y por último, un largo ensayo de Visión.
Y por su puesto, luego de tan arduo proceso es un pecado no tomarse los dos días siguientes de fermentación necesarios para la salud mental.
Como todavía no me repongo física, emocional ni creativamente, esta entrada será una simple lista sobre las cosas insignificantes que me gustan. Por que sí, me apasiona hacer listas de todo. Justo hoy le dije a Benja mi lista de cosas que me dan miedo (le lleva hasta duendes). En fin, aquí va.
Cosas insignificantes que me gustan:
Despegar cosas. Principalmente etiquetas como la del desodorante, y también los residuos de pegamento.
Hacer burbujas de jabón cuando me lavo las manos.
El número 12.
Estornudar.
Hacer sonar los huesos, sobretodo los de la espalda y el cuello.
Caminar por Lyon cuando hace frío y es otoño.
Caminar y hacer carreras con la otra gente que va caminando. Ellos no lo saben, pero les acabo de ganar.
Chupar el plato después de comer algo rico. No, no me importa que te moleste.
Pisar hojas secas. ¿A quién no?
El olor a bencina, agorex, cemento de caucho, plumones, médium y otras sustancias tóxicas. Por suerte ya no se usa Neoprén, o estaría debajo de un puente inhalando.
Soplar cuando hay viento y hacer como que el viento sale de mí.
Llenarme la boca con M&M’s.
Despertarme temprano y volver a dormir.
La buena ortografía.
Pisar los cuadrados de la vereda (no sé como se llaman) cuando están sueltos. También pasar por encima en bicicleta.
Wordreference.com.
El olor a libros Santillana, huelen como a maracuyá.
Ver fotos de la infancia.
Los datos freak.
Las voces en off de las películas.
Comer chicle de menta o lavarme los dientes y después comer chocolate, por que tiene sabor a After Eight.
Las papas fritas dobladas (especialmente las Lays, a las cuales soy devota).
(Los paréntesis) (No sé si se habían dado cuenta.)
Encontrar algo escrito en un libro viejo. Es como encontrar un misterio o como volver al pasado.
Como dije, hacer listas.
Como conclusión de esta lista, me decido a darme pequeños gustos que sumados dejan de ser tan insignificantes cuando pueda: caminar y verme como enferma con tal de pisar hojas, lavarme los dientes y comerme un chocolate aunque tenga que lavármelos de nuevo, salir a caminar en vez de quedarme en mi casa haciendo listas tontas en un día de invierno y -cuando termine de caminar, leer datos freak, etc.- hacer otra lista estúpida.
Pd: aquí les dejo el link al blog de mi pololo, Benjamín Builson, con Natalia Jordán. Es muy bueno, interesante y conciso (cualidad a la que aspiro.) http://legoamarillo.wordpress.com/
Me disculpo por dicha ausencia. Tuve lo que se llama una dura semana, que incluyó intento de escultura, frustración por fracaso de escultura, y escultura nueva, además de un ensayo que habla sobre mi intento de escultura, frustración por fracaso de escultura, y escultura nueva. Y por último, un largo ensayo de Visión.
Y por su puesto, luego de tan arduo proceso es un pecado no tomarse los dos días siguientes de fermentación necesarios para la salud mental.
Como todavía no me repongo física, emocional ni creativamente, esta entrada será una simple lista sobre las cosas insignificantes que me gustan. Por que sí, me apasiona hacer listas de todo. Justo hoy le dije a Benja mi lista de cosas que me dan miedo (le lleva hasta duendes). En fin, aquí va.
Cosas insignificantes que me gustan:
Despegar cosas. Principalmente etiquetas como la del desodorante, y también los residuos de pegamento.
Hacer burbujas de jabón cuando me lavo las manos.
El número 12.
Estornudar.
Hacer sonar los huesos, sobretodo los de la espalda y el cuello.
Caminar por Lyon cuando hace frío y es otoño.
Caminar y hacer carreras con la otra gente que va caminando. Ellos no lo saben, pero les acabo de ganar.
Chupar el plato después de comer algo rico. No, no me importa que te moleste.
Pisar hojas secas. ¿A quién no?
El olor a bencina, agorex, cemento de caucho, plumones, médium y otras sustancias tóxicas. Por suerte ya no se usa Neoprén, o estaría debajo de un puente inhalando.
Soplar cuando hay viento y hacer como que el viento sale de mí.
Llenarme la boca con M&M’s.
Despertarme temprano y volver a dormir.
La buena ortografía.
Pisar los cuadrados de la vereda (no sé como se llaman) cuando están sueltos. También pasar por encima en bicicleta.
Wordreference.com.
El olor a libros Santillana, huelen como a maracuyá.
Ver fotos de la infancia.
Los datos freak.
Las voces en off de las películas.
Comer chicle de menta o lavarme los dientes y después comer chocolate, por que tiene sabor a After Eight.
Las papas fritas dobladas (especialmente las Lays, a las cuales soy devota).
(Los paréntesis) (No sé si se habían dado cuenta.)
Encontrar algo escrito en un libro viejo. Es como encontrar un misterio o como volver al pasado.
Como dije, hacer listas.
Como conclusión de esta lista, me decido a darme pequeños gustos que sumados dejan de ser tan insignificantes cuando pueda: caminar y verme como enferma con tal de pisar hojas, lavarme los dientes y comerme un chocolate aunque tenga que lavármelos de nuevo, salir a caminar en vez de quedarme en mi casa haciendo listas tontas en un día de invierno y -cuando termine de caminar, leer datos freak, etc.- hacer otra lista estúpida.
Pd: aquí les dejo el link al blog de mi pololo, Benjamín Builson, con Natalia Jordán. Es muy bueno, interesante y conciso (cualidad a la que aspiro.) http://legoamarillo.wordpress.com/
domingo, 4 de abril de 2010
Tehching Hsieh
Tehching Hsieh (1950) es una artista Taiwanés residente en Nueva York. No se hizo conocido por pintar, por dibujar, por esculpir... ni siquiera por ese arte moderno como una maraña de cables que uno encontraría en la galería Animal (en verdad eso lo vi en el MAC), pero a eso se acerca.
Tehching Hsieh hacía arte consigo mismo. Es conocido por hacer, entre 1978 y 1986 lo que el llamó los "one year performance" (LINK). ¿De qué se trata? A través de un muy conciso comunicado declaraba que por un año entero se sometería a algún tipo de regla. Por ejemplo, entre el 30 de Septiembre de 1978 y el 29 de Septiembre de 1979, Tehching Hsieh vivió en una celda dentro de su estudio de 2,7 x 2,4, sin conversar, leer, escribir, escuchar radio ni ver televisión. Entre el 4 de Julio de 1983 y el 4 de Julio de 1984 estuvo amarrado a Linda Montano por una cuerda de 2 metros y medio, estando siempre, sin excepción, en la misma pieza, pero sin tocarse.
Probablemente te estés preguntando para tus adentros "¿por qué es esto arte?". Yo me lo pregunté también, y llegué a una conclusión. Me pregunté cuál es la intención del arte, y creo que es comunicar. Mostrar lo que le está pasando al entorno del artista o a él mismo. Desde pintar hombres de palito cazando a un alce, hasta la ya nombrada maraña de cables que supongo que intentará mostrar un descontento con las complicaciones de la tecnología.
Lo que intentaría comunicar Tehching Hsieh son problemas de la vida actual tales como el encierro, la pobreza, las relaciones matrimoniales, para quién es el arte y quién es el artista.
Y si tanto la plástica como la música, el teatro, la literatura, el cine y otros caben dentro de la enorme clasificación que es ARTE, ¿por qué no esto? No plasmar lo que se quiere comunicar en algo externo, sino que vivirlo. Que la EXPERIENCIA sea el arte.
A lo mejor su estilo no es el mío ni el de muchos, pero creo que hay que darle una oportunidad a todo. Si no entiendo ese cuadro negro, no resignarme e irme sin por lo menos preguntarme qué habrá querido comunicar el artista. Y sobretodo, estar siempre dispuesta a todo y decir "¿Por qué no?".
¿Por qué no?
Tehching Hsieh hacía arte consigo mismo. Es conocido por hacer, entre 1978 y 1986 lo que el llamó los "one year performance" (LINK). ¿De qué se trata? A través de un muy conciso comunicado declaraba que por un año entero se sometería a algún tipo de regla. Por ejemplo, entre el 30 de Septiembre de 1978 y el 29 de Septiembre de 1979, Tehching Hsieh vivió en una celda dentro de su estudio de 2,7 x 2,4, sin conversar, leer, escribir, escuchar radio ni ver televisión. Entre el 4 de Julio de 1983 y el 4 de Julio de 1984 estuvo amarrado a Linda Montano por una cuerda de 2 metros y medio, estando siempre, sin excepción, en la misma pieza, pero sin tocarse.
Probablemente te estés preguntando para tus adentros "¿por qué es esto arte?". Yo me lo pregunté también, y llegué a una conclusión. Me pregunté cuál es la intención del arte, y creo que es comunicar. Mostrar lo que le está pasando al entorno del artista o a él mismo. Desde pintar hombres de palito cazando a un alce, hasta la ya nombrada maraña de cables que supongo que intentará mostrar un descontento con las complicaciones de la tecnología.
Lo que intentaría comunicar Tehching Hsieh son problemas de la vida actual tales como el encierro, la pobreza, las relaciones matrimoniales, para quién es el arte y quién es el artista.
Y si tanto la plástica como la música, el teatro, la literatura, el cine y otros caben dentro de la enorme clasificación que es ARTE, ¿por qué no esto? No plasmar lo que se quiere comunicar en algo externo, sino que vivirlo. Que la EXPERIENCIA sea el arte.
A lo mejor su estilo no es el mío ni el de muchos, pero creo que hay que darle una oportunidad a todo. Si no entiendo ese cuadro negro, no resignarme e irme sin por lo menos preguntarme qué habrá querido comunicar el artista. Y sobretodo, estar siempre dispuesta a todo y decir "¿Por qué no?".
¿Por qué no?
jueves, 25 de marzo de 2010
Vacuna
Hoy mi mamá me avisó de pasada que mañana me vacunan, con el mismo tono que ocuparía para decirme que tengo que ir a comprar algo a la esquina.
ME VACUNAN!
Si hay algo que odio en esta vida son las jeringas. Me pone nerviosa ver una jeringa en la tele, o simplemente ver una jeringa suelta aunque sea para un experimento de biología, pero sobre todas las cosas Aborrezco con mayúsculas que me entierren una jeringa! Brrr la sola idea hace que se me paren los pelos... En verdad odio todo lo que me recuerde a un consultorio. Odio el olor a gasa, odio los pasillos blancos, y odio particularmente -por alguna extraña razón- el sonido que hace paquete esterilizado en que vienen las jeringas al abrirse, ese estilo de sobre mitad plástico transparente mitad papel. Creo que además me molesta lo esterilizado... nunca me he sentido en confianza con la limpieza extrema. Sí, creo que ducharme una vez por semana y comer cosas del suelo cuando chica (la santísima regla de los 3, 5, 10 o 20 segundos) sí surtió efecto.
Pero volviendo a la vacuna... Cada vez que me toca armo un drama. Espero en la sala de espera o en la enfermería a que me llamen, rogando por que el tiempo se alargue lo más posible. Cuando escucho mi nombre me parece una sentencia de muerte. Entro a la condenada salita y acto seguido le digo a la enfermera "me dan pánico las vacunas". Ya media tiritona me siento y veo como la enfermera saca una maldita jeringa de un maldito paquetito y la llena con un maldito líquido que en unos pocos segundos estará dentro de mi pobre bracito. De ahí en adelante miro hacia otro lado, trato de pensar en otra cosa. En lo posible escucho música, y aprieto mi mano libre con tanta fuerza que la siento más que el pinchazo, que dura unos dos o tres segundos. Y cuando se acaba es como salir del agua y volver a respirar (ya sé que es un poco exagerada la comparación pero así me siento), pero sigo un poco mareada por el susto, así que generalmente me tengo que recostar un rato (Soy taaaan ridícula!) Y ahí constato que el preámbulo es peor que la misma vacuna, y que si estoy así de mareada en este momento es solamente por el miedo. Y me doy cuenta una vez más de lo melodramática que soy para todo. Lo suficiente como para escribir dos grandes párrafos sobre una pinchadita cagona que no dura más de cinco segundos.
Así que mañana me propongo ir con esa mentalidad, no pensar un segundo en la vacuna hasta que me toque, y me obligo a mí misma a no sugestionarme al punto de sentirme mal.
Sé que muchos (por que yo sé que son muchísimos mis fans a los que les interesa mi blog) se deben estar riendo de mí, de como puede llegar a ser una meta tan grande el no asustarse por un pinchazo... No, no hay excusa que valga aparte de que soy, en pocas palabras, una simple pussy. Así que mañana cuando piense en la vacuna me voy a decir a mí misma "se van a reír incluso más de mí si fracaso en mi humilde y ridículo desafío".
Igual nunca les voy a donar sangre.
ME VACUNAN!
Si hay algo que odio en esta vida son las jeringas. Me pone nerviosa ver una jeringa en la tele, o simplemente ver una jeringa suelta aunque sea para un experimento de biología, pero sobre todas las cosas Aborrezco con mayúsculas que me entierren una jeringa! Brrr la sola idea hace que se me paren los pelos... En verdad odio todo lo que me recuerde a un consultorio. Odio el olor a gasa, odio los pasillos blancos, y odio particularmente -por alguna extraña razón- el sonido que hace paquete esterilizado en que vienen las jeringas al abrirse, ese estilo de sobre mitad plástico transparente mitad papel. Creo que además me molesta lo esterilizado... nunca me he sentido en confianza con la limpieza extrema. Sí, creo que ducharme una vez por semana y comer cosas del suelo cuando chica (la santísima regla de los 3, 5, 10 o 20 segundos) sí surtió efecto.
Pero volviendo a la vacuna... Cada vez que me toca armo un drama. Espero en la sala de espera o en la enfermería a que me llamen, rogando por que el tiempo se alargue lo más posible. Cuando escucho mi nombre me parece una sentencia de muerte. Entro a la condenada salita y acto seguido le digo a la enfermera "me dan pánico las vacunas". Ya media tiritona me siento y veo como la enfermera saca una maldita jeringa de un maldito paquetito y la llena con un maldito líquido que en unos pocos segundos estará dentro de mi pobre bracito. De ahí en adelante miro hacia otro lado, trato de pensar en otra cosa. En lo posible escucho música, y aprieto mi mano libre con tanta fuerza que la siento más que el pinchazo, que dura unos dos o tres segundos. Y cuando se acaba es como salir del agua y volver a respirar (ya sé que es un poco exagerada la comparación pero así me siento), pero sigo un poco mareada por el susto, así que generalmente me tengo que recostar un rato (Soy taaaan ridícula!) Y ahí constato que el preámbulo es peor que la misma vacuna, y que si estoy así de mareada en este momento es solamente por el miedo. Y me doy cuenta una vez más de lo melodramática que soy para todo. Lo suficiente como para escribir dos grandes párrafos sobre una pinchadita cagona que no dura más de cinco segundos.
Así que mañana me propongo ir con esa mentalidad, no pensar un segundo en la vacuna hasta que me toque, y me obligo a mí misma a no sugestionarme al punto de sentirme mal.
Sé que muchos (por que yo sé que son muchísimos mis fans a los que les interesa mi blog) se deben estar riendo de mí, de como puede llegar a ser una meta tan grande el no asustarse por un pinchazo... No, no hay excusa que valga aparte de que soy, en pocas palabras, una simple pussy. Así que mañana cuando piense en la vacuna me voy a decir a mí misma "se van a reír incluso más de mí si fracaso en mi humilde y ridículo desafío".
Igual nunca les voy a donar sangre.
lunes, 22 de marzo de 2010
Avaricia
Contexto: Jueves 18 de Marzo, verano aún, 4 y media de la tarde, clases desde las 8 y media, jeans largos, mucho calor.
Después de una –en lo personal- no muy exitosa clase de Color, nos tocaba Visión Integrada de las Artes, ramo de nombre y contenido misterioso. OBVIAMENTE me perdí, pero logré llegar al escondido Auditorio 2, donde me vi a mí misma en el rol de la típica alumna que llega tarde y estorba a todo el resto tratando de llegar al banco libre que, por su puesto, está al lado opuesto.
Parezco haber reprimido la primera mitad de la clase (fue un largo día), pero recuerdo que de alguna u otra forma llegamos al tema del cine, específicamente el cine mudo. Hablamos de uno de los más grandes directores en este género (o así dicen), un austríaco llamado Erich Von Stroheim, quien en 1923 dirigió la película “Avaricia” (Greed). No me voy a detener en la historia misma por que la verdad es que no tiene tanta relevancia y no la sé muy bien, así que para los con mucho tiempo libre, aquí está el link:
http://www.imdb.com/title/tt0015881/plotsummary
Vimos los últimos 15 minutos, una escena en la cual un tipo con barba escapa a caballo con un tesoro de otro tipo por un desierto aridísimo, hasta que se encuentran, se dan cuenta de que no tienen agua, y la situación cambia radicalmente. Siguen peleando por el tesoro, pero el ambiente va adquiriendo un aire de sin sentido, y terminan muriendo ambos unidos por unas esposas (no retuve de dónde salieron las esposas). Vemos cómo los personajes dieron su vida por la efímera plata, que pierde el cien por ciento de su valor en todo sentido una vez en la mitad del desierto.
http://www.youtube.com/watch?v=abFkfOOCCNs&NR=1
Si bien la avaricia se relaciona siempre con la plata, mi interpretación personal de la película trata sobre una avaricia que va más allá, una avaricia que se puede traducir a términos terrenales como el confundir el objetivo. Querer algo por el simple hecho de quererlo, buscar el éxito sin saber por qué, perdiendo así todo sentido de la perspectiva. Creo que todos hemos pasado por esto en algún momento. Añorar comprarse el celular más nuevo; tener más y no mejores amigos para aparentar popularidad; o en mi caso, querer ser la mejor y ganarle al resto en todo. Estoy casi segura de que este síntoma proviene directamente de la inseguridad, sentirse infeliz o vacío y buscar la cura en un agente externo. Cegarse y así evadirse al buscar ese algo, sin tomar un descanso y reconsiderar qué es lo importante, qué es lo que necesito de verdad. Todo para, una vez alcanzado el falso objetivo, darse cuenta de que no era eso lo necesario y así comenzar otra búsqueda por algo más.
En “Avaricia”, Erich Von Stroheim nos presenta este tremendo problema con una simplísima toma: el tesoro tirado al lado del caballo muerto, en medio el desierto infinito. La toma exige a gritos que el receptor se cuestione cuál es el punto, y es a esto a lo que yo creo que apuntaba la clase: Ver cómo el director usa un recurso tan limitado como el cine mudo para transmitir una idea tan compleja y abstracta. ¿Para qué me sirve esto como futura artista? Para, de alguna manera, lograr transmitir emociones con un pincel y pintura, con un lápiz y un papel; un círculo rojo con una mancha morada que diga “la sociedad me reprime”.
Si se dieron la lata de leer esto, muchísimas gracias. Intentaré ser más entretenida en mi próxima entrada.
Después de una –en lo personal- no muy exitosa clase de Color, nos tocaba Visión Integrada de las Artes, ramo de nombre y contenido misterioso. OBVIAMENTE me perdí, pero logré llegar al escondido Auditorio 2, donde me vi a mí misma en el rol de la típica alumna que llega tarde y estorba a todo el resto tratando de llegar al banco libre que, por su puesto, está al lado opuesto.
Parezco haber reprimido la primera mitad de la clase (fue un largo día), pero recuerdo que de alguna u otra forma llegamos al tema del cine, específicamente el cine mudo. Hablamos de uno de los más grandes directores en este género (o así dicen), un austríaco llamado Erich Von Stroheim, quien en 1923 dirigió la película “Avaricia” (Greed). No me voy a detener en la historia misma por que la verdad es que no tiene tanta relevancia y no la sé muy bien, así que para los con mucho tiempo libre, aquí está el link:
http://www.imdb.com/title/tt0015881/plotsummary
Vimos los últimos 15 minutos, una escena en la cual un tipo con barba escapa a caballo con un tesoro de otro tipo por un desierto aridísimo, hasta que se encuentran, se dan cuenta de que no tienen agua, y la situación cambia radicalmente. Siguen peleando por el tesoro, pero el ambiente va adquiriendo un aire de sin sentido, y terminan muriendo ambos unidos por unas esposas (no retuve de dónde salieron las esposas). Vemos cómo los personajes dieron su vida por la efímera plata, que pierde el cien por ciento de su valor en todo sentido una vez en la mitad del desierto.
http://www.youtube.com/watch?v=abFkfOOCCNs&NR=1
Si bien la avaricia se relaciona siempre con la plata, mi interpretación personal de la película trata sobre una avaricia que va más allá, una avaricia que se puede traducir a términos terrenales como el confundir el objetivo. Querer algo por el simple hecho de quererlo, buscar el éxito sin saber por qué, perdiendo así todo sentido de la perspectiva. Creo que todos hemos pasado por esto en algún momento. Añorar comprarse el celular más nuevo; tener más y no mejores amigos para aparentar popularidad; o en mi caso, querer ser la mejor y ganarle al resto en todo. Estoy casi segura de que este síntoma proviene directamente de la inseguridad, sentirse infeliz o vacío y buscar la cura en un agente externo. Cegarse y así evadirse al buscar ese algo, sin tomar un descanso y reconsiderar qué es lo importante, qué es lo que necesito de verdad. Todo para, una vez alcanzado el falso objetivo, darse cuenta de que no era eso lo necesario y así comenzar otra búsqueda por algo más.
En “Avaricia”, Erich Von Stroheim nos presenta este tremendo problema con una simplísima toma: el tesoro tirado al lado del caballo muerto, en medio el desierto infinito. La toma exige a gritos que el receptor se cuestione cuál es el punto, y es a esto a lo que yo creo que apuntaba la clase: Ver cómo el director usa un recurso tan limitado como el cine mudo para transmitir una idea tan compleja y abstracta. ¿Para qué me sirve esto como futura artista? Para, de alguna manera, lograr transmitir emociones con un pincel y pintura, con un lápiz y un papel; un círculo rojo con una mancha morada que diga “la sociedad me reprime”.
Si se dieron la lata de leer esto, muchísimas gracias. Intentaré ser más entretenida en mi próxima entrada.
sábado, 20 de marzo de 2010
Indecisa
Llevo por lo menos una hora buscando un nombre adecuado para mi blog. Sí sé que no es tan importante, pero me resulta imposible -antinatura- tomar cualquier tipo de decisión rápido, a la ligera, sin darle mil y una vueltas en busca de algún supuesto ideal que sé que está dando vueltas en alguna parte, en lo más recóndito de mi cada vez más achicharrado cerebro.
Finalmente me decidí por uno medio obvio, no muy ingenioso, pero relacionado con el fin de este blog: IntegrandoMiVisión. Por que, para los que no saben, parte de este blog consiste en comentar la única clase teórica que tengo este semestre: Visión Integrada de las Artes, donde se juntan Arte y Teatro. Todavía no sé demasiado bien a qué se orienta el curso, pero supongo que será darme una visión completa sobre el arte como concepto, más allá de las artes plásticas. Otorgarme una visión integral del arte.
Pero, si no me equivoco, el blog puede estar destinado a fines más allá de lo académico; puedo hablar sobre temas personales y otros. El nombre que escogí también aborda eso, ya que podría describirme a mí misma como una persona con visiones tan diversas que rayo en la bipolaridad, por lo que me gustaría poner acá cada una de ellas hasta poder encontrar un lugar común y descubrir un punto de vista que las integre todas, o la mayor cantidad posible. No sé si se entiende la idea, a veces me cuesta poner en palabras las ideas abstractas que aparecen como vapores en la nebulosa que es mi cabeza.
Listo, demasiada introducción por hoy, ahora me voy a hacer líneas, líneas y más líneas para dibujo. (Cada vez que pienso en esta tarea no puedo evitar cantar mentalmente esa frase de "Disco Eterno" de Soda Stereo que dice "practicar no te hace perfecto".)
Próxima entrada: comentario sobre la película muda que vimos en clase "Avaricia", abordando el tema de Soporte y Dramatismo.
Problemática: ¿Cómo abordar el tema sin ponerme latera?
Finalmente me decidí por uno medio obvio, no muy ingenioso, pero relacionado con el fin de este blog: IntegrandoMiVisión. Por que, para los que no saben, parte de este blog consiste en comentar la única clase teórica que tengo este semestre: Visión Integrada de las Artes, donde se juntan Arte y Teatro. Todavía no sé demasiado bien a qué se orienta el curso, pero supongo que será darme una visión completa sobre el arte como concepto, más allá de las artes plásticas. Otorgarme una visión integral del arte.
Pero, si no me equivoco, el blog puede estar destinado a fines más allá de lo académico; puedo hablar sobre temas personales y otros. El nombre que escogí también aborda eso, ya que podría describirme a mí misma como una persona con visiones tan diversas que rayo en la bipolaridad, por lo que me gustaría poner acá cada una de ellas hasta poder encontrar un lugar común y descubrir un punto de vista que las integre todas, o la mayor cantidad posible. No sé si se entiende la idea, a veces me cuesta poner en palabras las ideas abstractas que aparecen como vapores en la nebulosa que es mi cabeza.
Listo, demasiada introducción por hoy, ahora me voy a hacer líneas, líneas y más líneas para dibujo. (Cada vez que pienso en esta tarea no puedo evitar cantar mentalmente esa frase de "Disco Eterno" de Soda Stereo que dice "practicar no te hace perfecto".)
Próxima entrada: comentario sobre la película muda que vimos en clase "Avaricia", abordando el tema de Soporte y Dramatismo.
Problemática: ¿Cómo abordar el tema sin ponerme latera?
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